miércoles, 27 de enero de 2010

¿Qué podemos hacer los padres?

 
 

Aníbal Cuevas

La felicidad de andar por casa


 


 

         En primer lugar debemos considerar que nuestro papel es fundamental para el buen funcionamiento de nuestra familia. Es tan importante el padre como la madre para que los hijos crezcan equilibrados.

        Saber distinguir lo que es importante de lo que es urgente. Urgente es todo en el trabajo y en las relaciones sociales. Importante es nuestra mujer y nuestros hijos. Es necesario poner orden en la cabeza y priorizar, empezando por lo importante.

        La seguridad que proporciona el varón a su mujer y a sus hijos no la puede suplir nadie, y la tarea de educar es siempre mucho más efectiva cuando se hace entre dos. Nuestros hijos nos necesitan a nosotros, no nuestro dinero ni nuestro prestigio social y autoestima. Que si acaso, necesitamos nosotros.

        Hacer las cosas que debemos, cuando no coincide con nuestras apetencia, requiere esfuerzo. La fortaleza es la virtud de los convencidos. Si sabemos que nuestra mujer e hijos nos necesitan, y nos necesitan igual que nosotros a ellos, ¿por qué no ponernos en marcha?

        Los hombres necesitamos que se nos reconozca y se nos aplauda. ¿Por qué buscar eso fuera de casa? ¿Por qué hacemos que nuestra autoestima dependa del trabajo profesional y no de nuestros hijos?